Parque Natural de redes

Senderismo, montañismo, paseos en bicicleta o el tan merecido descanso son objetivos fácilmente alcanzables si te alojas en el Parque Natural de Redes. Fauna y flora son especialmente ricas: el árbol por excelencia es el haya, que convive con los acebos, el tejo, el roble, el castaño y los avellanos; la fauna permite que, con un poco de suerte y mucha paciencia, el caminante pueda observar algún rebeco, ciervo, gato montés e incluso lobo. Con el otoño, entre mediados de septiembre y octubre, llega el celo de los ciervos: es el tiempo de la berrea, sonido ronco y desaforado que emite el ciervo para marcar su territorio y atraer a las hembras. La berrea es un espectáculo sonoro y visual indescriptible. Para poder asistir sólo tenemos que desplazarnos al atardecer o al amanecer a cualquier paraje fuera del pueblo, caminar en silencio y sentarnos en un lugar con el viento de cara, donde pasar desapercibidos y esperar pacientemente.

Campiellos es un pequeño pueblo rural formado por un conjunto de casas tradicionales, con sus corredores y galerías, cuadras, hórreos y ermita. Sus vecinos se reúnen y son avisados de peligro con la llamada de una campana (“llamar a conceyu”) cuya antigüedad es imprecisa dado que los más ancianos del lugar la recuerdan desde siempre. Se encuentra en la ladera de la montaña, situación privilegiada que le permite disfrutar del sol todo el día, además, de unas amplias vistas del embalse de Rioseco y las montañas que lo circundan, entre las que sobresale el pico Retriñón.

Rioseco es la capital del concejo de Sobrescobio. Su paisaje viene marcado por el Torrexón de Villamorey (al que puede accederse a través de una sencilla ruta de senderismo) y el embalse, que cuenta con un observatorio de aves.

El vecino concejo de Caso, con quien Sobrescobio conforma el Parque Natural de Redes, no se queda atrás en belleza y posibilidades para el amante de la naturaleza.